MarÃa Gabriela Suárez Pérez
Estudiante de Geociencias de la Universidad de los Andes
Inmersa en la cordillera andina, en su costado oriental al centro de Colombia, se encuentra la ciudad de Villa de Leyva (Figura 1). Desde allà inició este recorrido lleno de experiencias maravillosas y aprendizaje. En este sentido, el recorrido se realizó por estudiantes de Geociencias de la Universidad de los Andes con la ayuda de Jorge Esteve y José Vicente RodrÃguez, profesores de paleontologÃa de la Universidad de los Andes, e inició partiendo de Villa de Leyva hacia la zona de estudio que abordaba principalmente variados afloramientos en Chiquiza. En este lugar se evidencian formaciones sedimentarias pertenecientes al periodo Cretácico. Asimismo, las Formaciones de Arcabuco, Ruitoque y Paja fueron identificadas a partir del registro fósil presente en ellas, es decir, identificando los diferentes rastros y cuerpos de los organismos habitantes de esta zona de alrededor de 140-66 millones de años atrás.
Para comenzar, en la primera parada de esta expedición que se realizó en la Formación Arcabuco, cerca de Chiquiza - Boyacá, se encontraron dinoturbaciones, las cuales son marcas de dinosaurios dejadas a su paso (Lockley, 1992). Un ejemplo de esto serÃa como cuando presionas tus pies en la arena mojada y quedan impresas tus huellas en esta (Figura 2). Por consiguiente, se lograron identificar dos tipos diferentes de huellas, unas redondeadas y otras tridáctilas, estas últimas solo cuentan con tres dedos como se muestra en la Figura 2.
Asimismo, las primeras pertenecientes a un animal cuadrúpedo y las segundas a uno bÃpedo. Por otro lado, el ambiente en el cual se encontraron tales huellas era el de un paisaje fluvial, posiblemente costero; en donde grandes bancos de arena, generados durante las crecidas de los rÃos; fueron expuestos al aire durante la estación seca. En esta fase quedaron expuestas grandes superficies de arenas (playas) y se dieron las condiciones para el desarrollo de las pátinas de óxidos y la perturbación producida por el desarrollo de galerÃas de invertebrados, las cuales hacen referencia a las casas, o madrigueras, construidas por distintos organismos para vivir y resguardarse (Moreno-Sánchez, Gómez Cruz, & Gómez Tapias, 2011).
Al finalizar el dÃa, fue posible encontrar en cercanÃas de la quebrada ChÃquiza fósiles marinos tridáctilas constituidas principalmente por lutitas y arcillolitas. Los principales fósiles encontrados en esta zona fueron de moluscos, como amonitas y bivalvos (Figura 4), conservados por procesos de permineralización, reemplazamiento mineral y moldes. Con base en lo anterior, los fósiles se pueden conservar de distintas formas, entre las principales se encuentran: permineralización, donde el organismo al morir y ser enterrado con el paso de los años es llenado en los espacios vacÃos de sus partes duras por minerales como el cuarzo; reemplazamiento mineral, en el que se sustituye algunas partes en minerales por culpa de fluidos en las rocas donde estaba el organismo; y los moldes, que son las marcas del cuerpo de un organismo. En consecuencia, se infiere, con base en lo encontrado, que esta fue una zona litoral, es decir, que está muy cerca a la costa, pero cubierta por mar, con presencia de fósiles de animales pertenecientes a los océanos del cretácico.
REFERENCIAS
Moreno-Sánchez, M., Gómez Cruz, A., & Gómez Tapias, J. (2011). Reporte de huellas de dinosaurio en el santuario de fauna y flora de Iguaque, en cercanÃas de ChÃquiza (Boyacá, Colombia). BoletÃn de GeologÃa, 33(2), 107-118.
Lockley, M. G. (1992). La dinoturbacion y el fenomeno de la alteracion del sedimento por pisadas de vertebrados en ambientes antiguos. In Los dinosaurios y su entorno biótico II. Curso de PaleontologÃa, 10 a 12 de julio de 1990: Actas (pp. 269-296). Instituto Juan de Valdés.